Hoy es tiempo.

Hay una historia que no te he contado y que todos conocen por su tiempo. La vida es simple, sencilla para los corazones calmados y tranquilos. Las estrellas iluminan el camino que se anda con pies descalzos sobre tu frágil cabello de oro. No existe día en el que no estés feliz bajo las sabanas de mis abrazos y en un beso el universo se hizo sueño. Rebosas de vida como de virtudes que esperan ser llamadas por su nombre en un instante de ayuda. Tienes planes para el sol y la luna después del mañana y de hoy, porque solo tu experiencia sabe quien soy. Corres tras gentes que se pararon después de ser alcanzadas por lanzas negras de sangre. Corres tras ilusiones que se marchitaron como pétalos color carmesí sobre la nieve. Desde la montaña escuchas voces toscas que susurran tu destino, mientras miras al mar entre las cascadas con grandes ojos de ambición. ¿Significa eso que te has salvado? La vida es simple, sencilla para los aventureros que sobre papel cuentan historias de tu frágil cabello dorado. No hay dolor cuando lloras sobre las nubes, cuando las nubes lloran sobre tus lágrimas. El grito hiere al rayo y el rayo mata al sonido con el trueno. Las palabras de la agonía descansan sobre tu pecho recorriendo tu cuerpo con manos frías. A través de la razón de existir estábamos los dos boca abajo tirando migas de pan al planeta que nos dio, crió, cuidó y nos presentó a estas almas, nosotras. Este es un viaje entre las estrellas que iluminan el norte que nos falta, en un vuelo entre el vapor de agua entre los corazones de géiser. Al pie del cañón, al pie de un ala de águila, bajo los pies de un asteroide que invade nuestro mundo, no hay poder ni en el cielo ni en la tierra suficiente para parar el universo en seco y decir basta. Del pecho surgen nuestros miedos y ambiciones, de él proviene el comienzo y nuestro fin.

Las habitaciones limpias

Voy de camino a casa, a ofrecerle un lujo de pensamientos al silencio que rellena los huecos vacios del alma cálida. Reutilizar los recuerdos marcados por la insubordinación para aprovechar una reapertura innata a la novedad. Llegar al cerebro y tirar la basura, desocupar un lugar apreaciado es vivir atendiendo al entendimiento en el que participan las ideas. Haz uso de razón y mira dentro de ti, puede que exista algo que solo ocupe lugar en tu vida.

El primero es decisivo.

El primigenio se abstiene al camino del tiempo, en una evolución inabarcable, aňos de experiencia avalan la engorrosa tarea de ofrecer un futuro de seguridad y de avance.

Llegar es un destino indiscutible por el don de la perseverancia. La firme decisión puede llegar a ser ciega imprudencia, pero acredita una victoria ferrea.

El sistema del caparazón es derrocado.

Que tu columna se sustente sobre tus vertebras, que nadie tenga que cargar con esa media naranja que solo es tuya, la vergüenza y el miedo son inservibles, imposibilizan y limitan la mente, las personas son capaces de todo si de verdad sienten en su corazón que son un dios, no importa si el hombre es movido por el interes, la naturaleza o las pasiones, solo importa que sus acciones enriquezcan tanto al pueblo como a sus ojos, el bien debe ser medida por la felicidad de los actos en armonía con la vida, el equilibrio es fundamental para la convivencia de todos los apartados que se basan en lo perceptible y no perceptible, y cuando nosotros, el hombre, sea capaz de conocer sus virtudes y errores, acepte su criterio, su insignificancia y su trato en la tierra, conocerá el sendero de la libertad bajo la mirada del orden, será uno con la energia de la capacidad infinita del ser.

El pequeño emprendedor.

Perderse para reencontrarse.
Dijese así en cuyos días de tartamudez alumbraban nuestros ojos reunidos en una autentica pasión sin retorno de estrellas fugaces incontables a nuestras ideas.
Desde aquí y sin vuelta fuimos, y yendo regresamos, en un sin fin de palabras.
Seguramente calculamos travesías y ruiseñores, pero nada de esto nos dio la puerta de entrada al Olimpo.
Venid a mi, dijo con entrecerradas cejas y dientes, que por sus fauces retumbaba la voz épica de un todo y nada. Por él será el fundador del todo y por él el fundador del nada.
Sus manos, las nuestras. Manos que con empeño forjarían la seda de cada de estrella que brilla en nuestro pensar.
Un cuerpo atónito, estupefacto y estampado con un poder sin igual, capaz de mover montañas a pulso, capaz de hacer lo jamás se a hecho.
Sus ojos, llenos de una rabia indomable, ira irresistible de caos y más allá de lo insospechable una gran travesía profunda entre el bien y el mal.
La gran diferencia que incluso las grandes leyendas de leyes de lo creado no diferencian entre acabar o empezar.

Rozando el Ángel con la esencia.

Ella inmune, indescriptible, apacible, su mirada tensa mirando algo que ella solo sabe, y a través de este y miro y mirando miro mi alma reflejada en sus ojos, abrazando su alma el cual vive en sus ojos.
Su cabello resistente y frágil, irradia el parpadeo del sol sucumbiendo mi esencia, junto el aroma que le da vida propia a mis propios sueños donde me enredo sin importarme el nudo que una vez provoqué.
Sus labios que atenúan las preocupaciones de las que el mundo marchita y muere, a su vez blanquea la oscuridad de la que mi mente a sido siempre testigo y prisionero, sin habla y conmoción.
Su cuerpo formidable, recordándome que soy hombre débil ante tanta lujuría, euforia y perfección.
Sus caricias, su piel, llenas de sensaciones, superiores a mi, mi presencia siente el ángel que una vez descendió de el cielo para domar a la bestia para que nunca más causara más daño.

Esencia

Y me subestimé, de nuevo fui el demonio que nunca deje de ser.
Amaba tanto que destruí todo a mi paso incluso aquello por lo que vivía y a su vez moría.
Mi ira y mi agonía, cólera, todo aquello de lo que esta formada mis venas, mi vida.
Odiaba mi ser en la infinidad de formas.
Solo quería autodestruirme y nunca regresar.
Creí que mejoraba, pero todos los pasos fueron mentira, no di ni uno hacia adelante.
Culpable de ser iluso y creer que avanzaba.
No he aprendido nada, me lleve conmigo a quien me decía que había superado mis limites, que ya no era una bestia., pero he mentido, he mentido al mundo, me he mentido a mi mismo.